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Entre las especialidades del arte repostero, la tarta Red Velvet o terciopelo rojo se destaca por su color característico y su sensación aterciopelada en cada mordisco. Esta tarta es ligera y su miga es extremadamente suave. Con los tips y técnicas que compartiré en este artículo, podrás elaborar una tarta Red Velvet espectacular, además de aprender cómo hacer el relleno característico de queso crema al estilo brigadeiro.
Además, se proporcionarán sugerencias sobre cómo presentar o servir la tarta para darle un toque extra de elegancia.
Ingredientes
Para crear el bizcocho necesitarás:
– 300 gramos de harina de trigo leudante (o puedes utilizar harina de trigo 00 con una cucharadita de polvo de hornear)
– 8 gramos de cacao amargo sin azúcar
– 300 gramos de azúcar blanca común
– 4 gramos de bicarbonato de sodio
– Media cucharadita de sal (puedes ajustar esto a tu gusto)
– 100 gramos de mantequilla (puede ser con o sin sal; si es muy salada, omite la sal de la receta)
– 118 mililitros de aceite neutro (puede ser de girasol, canola o maíz. No utilices aceite de soya ni de oliva ya que cambian el sabor del pastel)
– Dos huevos tamaño M (aproximadamente 114 gramos sin cáscara)
– Colorante rojo (puede ser en pasta, polvo o gel)
– Esencia de vainilla al gusto
– Una cucharada de vinagre
– Tres cuartos de taza de leche entera de vaca (debemos tibiarla para añadir la cucharada de vinagre y formar el buttermilk, esencial para mantener la tarta húmeda)
Para el relleno necesitarás:
– 397 gramos de leche condensada
– 200 gramos de crema de leche (o nata)
– 250 gramos de queso crema tipo Philadelphia
– 150 gramos de chocolate blanco
Preparación del Bizcocho
1. Primero, tamizamos juntos la harina, el cacao y el bicarbonato de sodio.
2. En el bol de la batidora, colocamos la mantequilla, el aceite y el azúcar blanca. En este punto, también recomendamos añadir las esencias o saborizantes, ya que la grasa absorbe mejor los sabores.
3. Batimos con el batidor de globo hasta que la grasa y el azúcar se hayan cremado (aproximadamente entre 3 a 5 minutos).
4. En este punto, le añadimos el colorante. Según tu preferencia, puedes agregar aproximadamente una cucharadita de colorante en pasta.
5. Seguimos con los huevos, los cuales añadimos uno a uno. Dejamos batir por aproximadamente un minuto antes de añadir el otro huevo. Después de añadir el último huevo, batimos entre 3 a 5 minutos a velocidad máxima.
6. Incorporamos los ingredientes secos en dos partes, intercalando con el buttermilk, listos para batir a mano con el fin de no activar el gluten que está contenido en la harina de trigo.
7. Engrasamos los moldes con manteca vegetal, colocamos un papel para que no se pegue en la base del molde y vertemos la mezcla en tres reparticiones iguales en los moldes.
8. Vamos a llevarlos a un horno precalentado a 180 grados centígrados y los horneamos por aproximadamente 25 o 30 minutos o hasta que al introducir un palillo, este salga seco.
Preparación del Relleno
1. En una olla, mezclamos bien la leche condensada con la crema de leche y la llevamos a fuego medio hasta que tome una consistencia cremosa.
2. Cocinamos nuestro brigadeiro hasta obtener el punto número 3, conocido como punto para relleno. Sabrás que has llegado a este punto cuando, al pasar la espátula, se haga una línea que tarda unos segundos en desaparecer.
3. Una vez apagado el fuego, incorporamos el chocolate que se derretirá rápidamente debido al calor y también el queso crema. Lo mezclamos bien y lo refrigeramos por unas 8 horas o preferiblemente de un día para otro.
Ensamblaje y Decoración
1. Con nuestra tarta ya fría, comenzamos a emparejarla y retirarle la «barriguita». Guardamos este sobrante de amiga para decorar la tarta externamente al final.
2. Hidratamos cada capa con un poco de almíbar. Esto ayudará a que la tarta mantenga su humedad y aporte un plus a su sabor.
3. Procedemos a rellenar la tarta. Si la crema ha reposado toda la noche y está lo suficientemente firme, la puedes colocar entre cada capa sin necesidad de utilizar el molde para contenerla. Asegúrate de que cada capa tenga una cantidad uniforme de crema.
4. Con la amiga de la barriguita que guardamos antes, desmoronamos y la utilizamos para decorar la tarta. Se verá un contraste agradable entre la crema blanca y la amiga roja.
Consejo para Servir
Es importante recordar que la tarta Red Velvet se puede mantener refrigerada sin que la miga pierda su suavidad. Por lo tanto, puedes prepararla con anticipación si planeas servirla en un evento especial, como el Día de San Valentín. Sin embargo, es esencial que la mantengas cubierta para que conserve su humedad y frescura. ¡Nada más delicioso que una tarta húmeda y fresca compartida en una ocasión especial!